Después de un largo período de servicio a las organizaciones tradicionales, el software de comunicación presentó características para fomentar la creatividad en la innovación organizacional. Hoy, nuestra vida laboral no sería lo que es sin estos servicios digitales. Las plataformas colaborativas en el mercado pueden incluir sistemas de comunicación como chat, correo electrónico, telefonía integrada o videoconferencia; fuentes clave como foros, blogs y wikis; y espacios compartidos como una red social corporativa, un muro colaborativo o una gestión de proyectos compartida. Todas estas características han facilitado las comunicaciones no jerárquicas, la flexibilidad, los debates multicanal, las actividades en modo proyecto y el teletrabajo. Naturalmente, ninguna de estas herramientas existiría sin una variedad de actores para hacerlas operativas, incluidos diseñadores, desarrolladores y administradores. El buen funcionamiento de un software colaborativo, imprescindible para la organización, requiere también, por tanto, una gestión eficiente de los recursos humanos correspondientes.