Las pruebas se están convirtiendo en una parte que define la estructura de la producción de TI, debido a tres factores principales. Primero, la iniciativa tomada por los organismos de estandarización para definir varias pruebas y considerar cómo deben gestionarse e integrarse. Estos estándares van acompañados de certificaciones que se han vuelto imprescindibles en todo el mundo del software. Además, dentro de las empresas, las pruebas se programan cada vez más temprano, independientemente del método adoptado. Garantizan la calidad del software, la fiabilidad de las aplicaciones, su larga vida, y por tanto ayudan a reducir riesgos y costes de mantenimiento. El tercer factor es la llegada al mercado de una variedad de software de automatización de pruebas. Sin embargo, el número excesivo de soluciones dificulta las opciones para los departamentos de SI. Los probadores ahora se han convertido en jugadores clave en todos los equipos de TI, incluidos los de desarrollo, liderazgo de proyectos y mantenimiento. Esta revolución, sin embargo, no está completa; en el futuro, los gerentes de proyecto confiarán en las pruebas de manera similar a como los ejecutivos confían en el control de gestión.